top of page

Luna en Géminis o en aspecto con Mercurio y el TDAH


¿Qué fue antes el huevo o la gallina? En Astrología me pregunto esto continuamente.


¿El niño viene vacío de serie y es la influencia familiar, y en especial la relación con la madre, la que moldea su Luna o es el crío quien nace con una necesidad emocional determinada y la madre la satisface ciñéndose al rol que el bebé demanda? Yo creo que este dilema lo resuelve el dicho: "Dios los cría y ellos se juntan".


Es muy difícil explicar la relación que veo como espectadora entre un chiquillo y su madre cuando la intención es ser totalmente neutral, no juzgar, culpar o justificar. Lo voy a intentar.


(Primera foto de un bebé con Luna en Géminis)

Este niño nació cuando la Luna pasaba por Géminis. Géminis es un signo dual, gobernado por el planeta Mercurio (encargado del pensamiento, la comunicación, el sistema nervioso…), por lo que el mundo emocional del niño depende absolutamente de cómo piense.


A Mercurio lo que de verdad le divierte es ser un eterno niño, jugueteando con varias cosas a la vez, curiosear sobre multitud de temas y sobre ninguno en profundidad, hablar y hablar aunque ni siquiera haya nadie para escuchar. Es rápido, ágil, una pulguilla inquieta nerviosa por si se pierde algo interesante.


Hoy estoy desmenuzando su Luna, y me siento poseída totalmente por la energía mercurial, intentando explicar la lógica de sus emociones, igual que el propio niño o la madre hacen. Es una energía que toma a quien esté en relación con él.


¿Sentís ya ese nerviosismo y ansiedad en el texto? Esa forma de dar vueltas utilizando la razón para no sentir la emoción es parte de la estrategia que utilizan estas lunas para sentirse seguras. Y todavía ni he podido hablar de lo que realmente quería contar.


El niño que nace cuando la Luna está en Géminis (o en aspecto con Mercurio), percibió a su madre como una persona charlatana, racional, curiosa, rodeada siempre de un halo de nerviosismo e hiperactividad mental y física, haciendo múltiples tareas a la vez, un poco aniñada y con un gran sentido del humor y el don de la palabra. Este niño sintió que su madre le daba amor cuando no se dejaba llevar por las emociones ni los sentimientos intensos y lo premiaba cuando desplegaba toda su capacidad de razonamiento para explicarlos. Siente que lo quieren cuando demuestra su agudo intelecto, cuando saca a relucir la rapidez y genialidad de su mente.



Este niño tiene TDAH. Yo opino que tiene la Luna en Géminis. Por supuesto no estoy diciendo que cada persona con Luna en Géminis o en aspecto con Mercurio tenga TDAH, pero ayer veíamos cómo una necesidad emocional de una Luna en Tauro acaba convirtiéndose en un trastorno de alimentación. Hoy me pregunto si ese TDAH en particular no será más bien una necesidad vital de que a uno lo quieran más allá de un número en el boletín de notas, de una idea genial o de una capacidad de comunicación descomunal.




Entradas destacadas
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
No hay tags aún.
bottom of page